Por: Rodrigo Serrano, vicepresidente corporativo de Innovación y Desarrollo en Wisetrack Corp

Es un hecho que se da por sentado que el sector minero, y especialmente la minería del cobre, son vitales para el desarrollo económico de Chile, contribuyendo significativamente al ingreso nacional y al crecimiento del país. Es casi una cosa “natural” y una ventaja que nos “tocó´ el tener un montón de yacimientos, primero de salitre, luego de cobre y ahora de litio.

Lo que olvidan o no quieren ver quienes piensan de esa forma es que esto no siempre fue así. Chile partió en desventaja con sus vecinos, teniendo en el norte a un Perú o a un México con reservas nunca vistas de oro, eclipsando a cualquier otro país en su importancia para La Corona. Incluso en tiempos más modernos, seguimos siempre en desventaja comparados con Venezuela que disponía de las mayores reservas del mundo de petróleo, lo mismo Bolivia y Argentina, pero en relación con el gas natural, o un Perú cuyos yacimientos de cobre y oro eran nada despreciables.

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Casos emblemáticos son países de África ricos en petróleo, oro, uranio y diamantes que viven en la más terrible pobreza y precariedad. ¿Qué nos dice esto? Que el tener las reservas naturales es sólo el punto de partida, el resto depende del esfuerzo y el conocimiento humano. La naturaleza sólo aparece disponible si se sabe aprovechar.

Por ello, agosto, mes de la Minería, es un buen momento para reflexionar sobre lo que hemos logrado con lo que “se nos dio” y la importancia de cuidar lo que tenemos: una industria minera de lujo, con procesos de clase mundial y con profesionales comprometidos en hacer las cosas bien, un propósito que ojalá fuera más común en otras actividades.

Los yacimientos son sólo el capital semilla para la “Startup País”, pero si se quiere crecer hay que saber aprovecharlos, generar modelos de negocio con políticas claras, a largo plazo y ordenadas, que den confianza y que atraigan inversionistas, que generen conocimiento y que fomenten la innovación, que optimicen los costos y maximicen la producción para que, en definitiva, permitan a esa Startup transformarse en una empresa cotizada a nivel mundial en la que ese recurso natural realmente logró transformarse en un pilar de crecimiento y mejora continua del país.

Ciertamente existen áreas para mejorar, todo es perfectible y en la minería hay mucho espacio para ello, desde el mayor apoyo, transferencias de conocimientos, tecnologías y procesos, especialmente relacionados con la seguridad, desde la Gran Minería a sus hermanos menores en faenas no tan profesionalizadas ni tecnológicas, hasta la obligación de avanzar cada día en hacerla una industria más segura y sustentable, para que así, como en esos días del famoso rescate de los 33, nos sintamos todo el tiempo orgullosos de lo que puede el ingenio y el esfuerzo del minero , que supieron ir más allá de lo que la naturaleza les había dado.